martes, 17 de diciembre de 2013

Un lugar bien iluminado

Un lugar bien iluminado. Hemingway

«–Tienes juventud, confianza y un trabajo –dijo el camarero de más edad–. Lo tienes todo.
–¿Y a ti, qué te falta?
–Todo; menos el trabajo.
–Tienes todo lo que tengo yo.
–No. Nunca he tenido confianza y ya no soy joven.
–Vamos. Deja de decir tonterías y cierra.
–Soy de aquellos a quienes les gusta quedarse hasta tarde en el café –dijo el camarero de más edad–, con todos aquellos que no desean irse a la cama; con todos los que necesitan luz por la noche.
–Yo quiero irme a casa y a la cama.
–Somos muy diferentes –dijo el camarero de más edad. Se estaba vistiendo para irse a su casa–. No es sólo una cuestión de juventud y confianza, aunque esas cosas son muy hermosas. Todas las noches me resisto a cerrar porque puede haber alguien que necesite el café.
–¡Hombre! Hay bodegas abiertas toda la noche.
–Tú no entiendes. Este es un café limpio y agradable. Está bien iluminado. La luz es muy buena y también, ahora, las hojas hacen sombra.
–Buenas noches –dijo el camarero más joven.
–Buenas noches –dijo el otro.»



No hay comentarios:

Publicar un comentario