A un arquitecto le cuesta saber cuándo una cosa es
Arquitectura y cuándo no lo es. Cuando lo sabe, en la Escuela, en Cuarto curso
o en Quinto, tendría que salir. O sea, el profesor tendría que decir: Ese tío
ya sabe… Esto es lo que dice García Lorca. ¡Pero qué bien lo dice!:
<<Pero que voy a decir
yo de la poesía, qué voy a decir de esas nubes, de ese cielo. Mirad, mirad,
miradlas, miradle y nada más. Comprenderás que un poeta no puede decir nada de
la poesía. Eso déjaselo a los críticos y los profesores. Pero ni tú ni yo, ni
ningún poeta sabemos lo que es la poesía. Aquí está. Mira. Yo tengo el fuego en
mis manos, yo lo entiendo y trabajo con él perfectamente, pero no puedo hablar
de él sin literatura. Yo comprendo todas las poéticas. Podría hablar de ellas
si no cambiara de opinión cada cinco minutos. No sé. Puede que algún día me
guste la poesía mala muchísimo, como me gusta, nos gusta, hoy la música mala
con locura.
Quemaré el Partenón por la noche, para empezar a levantarlo por la mañana, y no
terminarlo nunca…
En mis conferencias he hablado a veces de la poesía, pero de lo único que no
puedo hablar es de mi poesía. Y no porque sea un inconsciente de lo que hablo.
Al contrario. Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios, o del demonio,
también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo, y de darme
cuenta en absoluto de lo que es un poema. >>
…Se ve que está muy meditado. No es un texto improvisado. O sea, él dice que
hace falta el esfuerzo y la técnica.
Pero que hace falta saber lo que es y deja de ser un verso. Cuando lo sabes,
eres poeta.
Saenz de Oiza.
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